Las transiciones, los cambios y las verdaderas transformaciones, van precedidas de sus incómodas sensaciones.
Nuestro cerebro no puede predecir ni controlar tirando de archivo y basándose en experiencias pasadas, porque estamos ante algo grande y totalmente nuevo.Son esas fases d vacío tan largas.
Los limbos. Sentimos inseguridad. A veces por miedo podemos devolvernos a lo malo conocido, por muy malo que resulte.
Es una ilusión. Y también es una prueba.
No vuelvas allí.Ir hacia lo desconocido da mucho vértigo, pero allí es donde retoma la Vida, esperándote, fresca, con flores nuevas.
No estás perdida.
Te estás encontrado.Volviendo a Casa.Vamos.
Lorena Cuendias
2 comentarios
Gracias, qué certera, eres mágica. Me emocionaste, una vez más, era ahí, donde tocaste. A ratos te comparto con mi hija de doce años, me encanta cuando me dice “es verdad, mamá”, como un tesoro que alumbra con su brillo, y no toco nada del cofre porque el fin es dar luz al camino y seguir. Millones de gracias.
Muchas gracias Isabel.
Qué regalo tener una hija tan despierta, y qué honor que me compartas con ella.
Te envío un fuerte abrazo.