Tu cuerpo sabe

Fue a raíz de empezar a trabajar con mi cuerpo, que empecé a sanar.

Haciendo terapia corporal, a través de diferentes herramientas. En un proceso de abrir, acercarme, sentir el dolor más profundo, cerrar, salir, volver a abrir para entrar más profundo. Cada vez más profundo.

Siempre sintiéndome guiada por una sabiduría y un conocimiento superior.

Confiando en él.

El cuerpo sabe.

He conocido a gente que lleva años transitando un camino espiritual y de trabajo personal. Van de aquí para allá, de gurú en gurú, haciendo talleres, repitiendo mantras, afirmaciones, poniendo cuarzos al Sol, deborando libros, invocando al rayo violeta. Algunos incluso han impartido sus propios talleres y cursos, pero sólo siguen escapando. Rascando en la superficie. El mundo espiritual se ha convertido en un bazar. Un refugio de escapistas. Un producto de consumo al que muchos se hacen adictos. Puedes pasar años revoloteando por su superficie, fascinado, eclipsado. Pero hay un momento en el que hay que dejar de huir y enfrentarte a la verdad.

Bajar el proceso de la cabeza al cuerpo.

La transformación no es real hasta que se enraiza en el cuerpo.

Comprender racionalmente, intelectualizar, el origen de las experiencias traumáticas de tu vida, emociones, reacciones, puede ser importante, pero no siempre es necesario ni suficiente para transformarse y crear un cambio duradero y transformador. Y muchas veces es retraumatizante.

Puedes pasarte la vida hablando de lo que te pasa. Tratando de analizarlo desde todos los ángulos posibles.

Sólo será ruido en tu mente. La “monkey-mind” discutiendo consigo misma.

Demasiado análisis te mantiene en parálisis.

Los conceptos son como semillas que si se dejan caer en el cuerpo pueden echar raíces y empezar a transformarnos a niveles más profundos.

Pero engullir conceptos es una acción superficial. Lo que realmente nos transforma es digerir esos conceptos, permitir que se ahoguen en nuestros cuerpos. Digerirlos. Metabolizarlos. Entonces tiene lugar la Alquimia interior.

La transformación tiene su propio tiempo, es algo que está totalmente fuera de nuestras manos, tendrás que esperar a que el oro, la plata, el cobre, el hierro, el estaño, el plomo y el mercurio bailen la danza. No es predecible. No es controlable. Es un proceso orgánico. Caótico.

Queremos deshacernos de nuestro dolor.

Por eso nos anestesiamos y creamos corazas energéticas en nuestros cuerpos.

¡Quítame el dolor! ¡sácame esto! ¿Cuándo voy a estar bien?, ¿Otra vez repitiendo este patrón? ¿Otra vez aquí?. No quiero seguir siendo así ni seguir sufriendo por esto o por aquello…

En la Alquimia interior no hay remedios aspirina, y deberías desconfiar de quien te los ofrezca. Sólo serán temporales, pasajeros, eclipsantes. Tu dolor, volverá.

Querer pasar por alto esto, sólo es escapismo. Proyectarte fuera buscando el siguiente maestro o método que se conviertan en la madre que nunca tuviste. Transfiriendo en el grupo o la escuela las cositas sin sanar con mamá y papá. Será seguir proyectando fuera. Cediendo tu poder. Tretas del ego, y rabietas de tu niño interior, sé de lo que hablo, porque yo misma me pasé años dando vueltas hasta que empecé a hacer trabajo profundo de verdad. Y me cacé ahí.

Esto es difícil de digerir. Para mí lo fue.

Pero es la verdadera transformación. Una vez que te rindes al proceso, a sus tiempos, la magia comienza, el caldero se prende, los metales se funden.

Vivimos de cuello para arriba. En nuestras mentes. En la cabeza. Desconectados de una dimensión magestuosa, la de nuestro cuerpo. El vehículo con el que estamos transitando nuestra experiencia física. Un vehículo con conciencia propia y una sabiduría que escapa a toda razón.

Vivimos el cuerpo a distancia, todo lo que viene de él lo colocamos a distancia: el dolor, las emociones. Sólo son indicadores. Molestos mensajeros que hablan lo que no queremos escuchar. Te obligan a mirar para dentro. A volver a tí. Te ponen de rodillas. 

Muchos pasan la vida anestesiados, con alcochol, drogas, compulsiones de diferentes tipos, adictos al drama, a las compras, al móvil. Creyendo que nuestra libertad está en la negación.

Y cuidado con el “Todo está bien”, yo esto ya lo tengo trascendido.Tanto, que ni lo estoy sintiendo.

Tiene sentido, la negación es un terreno conocido para nosotros. Es una zona de confort que conocemos muy bien. Nos maceramos en ella durante años. Por eso es difícil salir de ahí.

Si hubo un momento en el que sobrevivimos a base de negación, fue en nuestra infancia. Sobrevivimos a base de reprimir y silenciar, porque no podíamos revelarnos, ni mostrar nuestros verdaderos sentimientos, si es que sabíamos lo que era eso.

Todo lo que no quieres ver de adulto, lo que resistes, lo que niegas, permanecerá ahí, boicoteando tu potencial, tus relaciones, tu vida entera, esperando a que un buen día estés preparado para hacerte cargo.

La magia es que cuando miras de frente eso de lo que te quieres liberar empiezas a verlo como una maravillosa herramienta de conocimiento y transformación, que te hace más libre y más consciente. Y te rindes otra vez al proceso. Si esto va más de rendirse que de “hacer”. Muchas veces hay que “no hacer” y dejar que el cuerpo haga.

Cuando te rindes, entras en un estado de apertura y curiosidad, te adentras en tu resistencia, comprendes qué te está diciendo, y entonces es cuando experimentas el cambio físico o emocional y descubres el tesoro que se encuentra al otro lado: Tu libertad.

Despertar es desgarradoramente fascinante.

Tu cuerpo puede ayudarte de manera increíble en tu proceso. Porque tiene toda la información. Todos los registros. Todas las memorias. Todas las piezas y todas las claves.

La liberación del dolor comienza cuando te abres a él.

Si lo estás sintiendo, lo estás sanando.

El cuerpo es un contenedor de dolor. Abrirlo, da miedo, mucho. Pensamos que nos encontraremos más dolor, pero es abriéndolo cuando encontramos alivio y sanación. Te das cuenta de que eres mucho más grande de lo que piensas, mucho más poderoso que cualquiera de esas emociones intensas.

Tu cuerpo es la llave que te abrirá todas las puertas

Nuestros cuerpos siempre están en el ahora. Por eso nuestros cuerpos nos dicen siempre la verdad, no es como nuestra mente, que nos engaña, vagando de ayer a mañana.

Sanar un trauma es muy difícil y doloroso. Requiere mucho coraje, y fuerza de voluntad. Es un proceso caótico.  Tú estarás hecha polvo enroscada en tu sofá, llorando debajo de la manta, mientras muchos de tus amigos estarán de cañas por ahí, y no entenderán nada (algunos), además, pensarán que se te ha ido la cabeza y que estás  hormona…ya…ahí te quiero ver yo.

Pero a cambio, estarás viviendo la experiencia más enriquecedora, profunda, directa, delo que eres, que va más allá de palabras y conceptos. Con cada pequeño paso, con cada pequeña toma de consciencia, con cada pequeño despertar, tus metales fundirán en el caldero.

Sentir en tu cuerpo se convertirá en tu verdad.

La voz de tu intuición.

Estarás cristalizando los pilares de tu Templo interior.

Ocurre algo sagrado cuando abrazas y te rindes al proceso, a no saber, al no-tiempo. Es ver la ola enorme llegando, y lanzarte a ella, confiando en dónde te va a llevar y dejando el ego de lado.

Lanzarse a la ola es una decisión que volverás a tomar una y otra vez, y otra, dejándote caer, unas veces te arrastrará y te arrasará, pero flotarás y flotarás.

La digestión no puede precipitarse, tarda lo que tarda. Te puedes tragar todos los conceptos que quieras, pero necesitarás tiempo para digerirlos. Puede que tu conciencia asimile en un segundo lo que a tu cuerpo le llevará meses si no años reprogramar.El cuerpo es más lento que la conciencia. Necesita barrer cada una de sus células con la nueva información.

No hay atajos.

No hay aspirinas.

Transformarte es una decisión que tomas de forma consciente. Tú decides tu grado de compromiso y cómo de profundo te vas a sumergir en él. Con suerte encontrarás personas que te darán las herramientas para bajar a tus profundidades,  pero tendrás que bajar tú.

Nadie va a hacer el trabajo por tí.

Eres Naturaleza. Tu cuerpo tiene sus propios ritmos y sus estaciones. No importa tampoco lo mucho que quieras sumergirte, tu cuerpo tiene límites y hay que tener cuidado de no empujarnos demasiado.

Sus ciclos y estaciones nos ayudan a cambiar nuestra identidad al ser sin forma, sin tiempo que somos. Nuestras necesidades de descanso, de movimiento, todas confluyen en el caldero.

Confía en tu cuerpo y ríndete.

Conectar con tu dolor de forma consciente tiene el poder liberador de llevarte a la verdad más profunda de lo que eres. Tiene la llave para abrir las puertas que han permanecido cerradas, en las que se guardan tus dones y regalos.

Tu esencia.

Tu poder.

Que estés bien,

Lorena

Déjame un comentario

28 comentarios

  1. no lo tomes a mal, pero en el mejor sentido te lo digo, me has abierto en dos como con un cuchillo, como se dice a veces, esto que he leído, me partió la cabeza.
    y te lo agradezco
    un abrazo!

  2. Gracias Claudia, si te ha hecho reflexionar,entonces me alegro.Claro que no me lo tomo a mal!
    Alicia, te escribo en privado.
    Olivia, gracias a ti! Por leerme y seguirme.
    Abrazos cósmicos!

  3. Se nota que estabas inspirada.
    Me ha hecho gracia lo de “no me creo nada….” :)))
    Pero me pregunto ¿Qué sentido tiene todo esto?, meterte en un pozo para luego tener que salir ¡¡¡si ya estabas afuera!!!
    Solo se me ocurre que es por tener una experiencia de la que luego te puedas reír a carcajada, o como dicen otros para dar expansión al Universo.
    Gracias por tu blog Lorena .

  4. Gracias Héctor!

    Sin duda el sentido de esto, es el descondicionamiento, la libertad. Lo cierto es que no estaba ni estoy fuera. Todos vivimos en nuestras cárceles particulares, las que nos hemos creado para protegernos y acorazarnos de tantas cosas. Pero para poder salir hay que bajar al pozo. Esa es la gran paradoja. Para que la muela deje de doler, hay que sacarla.
    Un abrazo!
    L.

  5. excelente blog, sorprendente es poder leer lo que nuestro cuerpo nos esta diciendo, que cada dolor que no queremos para nada sufrirlo, es porque no queremos oir lo que nos esta comunicando la materia de la que estamos hechos,. gracias tomare muy en cuenta esto, para sanar cualquier dolor que este sufriendo, con valentia. Un ABRAZO. Y mUCHAS GRACIAS.

  6. ¿Como liberarse? ¿Qué hacer y como dejar de tener miedo, de pensar en el “¿y si…?”, como desatarse de eso? Me han entusiasmado tus palabras aunque he echado de menos más concreción, más información,… ¿Qué debería hacer? Gracias

  7. Ante todo, felicidades Lorena S. por este artículo. Crisis, crecimiento personal y despertar son las 3 fases por las que el ser humano ha de pasar. No hay otra! 😉 Carla, paso a contestar tus preguntas:
    1) Te liberas cuando aceptas todo plenamente, a pesar de…
    2) No se trata de dejar de pensar porque al Ego no se le puede aniquilar porque de ser así lo que hacemos es darle comida. Se trata de que observes tus pensamientos, observes tus emociones, observes tus sensaciones y tienes que ser consciente de que tú no eres tus pensamientos, tú no eres tus emociones, tú no eres tus sensaciones; tú eres el observador y así creas distancia de ellos.

    Te recomiendo que todos los días te sientes y guardes silencio (si quieres empieza por un minuto y vas ampliando poco a poco). Cierras tus ojos, espalda erguida…osea, la postura de meditar y se trata de que sientas, de que observes todo lo que acontece dentro de tí, pero sabiendo que tú solo eres el Testigo-Observador y cuando veas que te enredas y te puerdes, te enfocas en tu respiración (siente cómo el aire entra frío por tu nariz y cómo sale caliente por tu nariz), latidos de tu corazón, un mantra (a gusto del consumidor). Y muy importante es la meditación informal: ESTATE PRESENTE EN TUS TAREAS COTIDIANAS DIARIAS: te estás duchando? Siente el agua caer por tu cuerpo, el jabón, como si fuera la primera vez que te duchas; estás cepillándote los dientes? Saborea ese cepillado en cada uno de tus dientes; y así con todo. Se trata de poner en práctica la mente de principiante: como si fueras una niña que se sorprende por todo.

    POR FAVOR, NO OLVIDEIS QUE SON CRISIS EXISTENCIALES ESOS MIEDOS, ETC HAY QUE SANAR AL/LA NIÑ@ INTERIOR QUE LLEVAMOS DENTRO. SI SOMOS ADULTOS EMOCIONALMENTE JODIDOS ES PORQUE NUESTRO NIÑO INTERIOR ESTÁ HERIDO.

    TODOS SOMOS VIDA, TODOS SOMOS UNO! NAMASTÉ _/_

  8. Pues yo lo siento, pero no entiendo nada entre todas las metáforas, estoy en la “negación” o la resistencia supongo,y lógicamente no lo pillo. He leído ya muchos textos parecidos, no digo que no hayan salido cada uno de las entrañas de alguien, pero no lo comprendo ni sé de qué habla esto.
    Gracias!

  9. Gracias Lorena por exponer tu claridad y desnudarte de paso.No sobra ni falta una coma.Me ha resonado profundamente.
    Namaste.

  10. Hola Lorena!
    Soy un bichito raro en este mundo de Dios!
    Todas las cosas que me pasan, he procurado vivirlas a conciencia, incluso aquellas que se amontonaron y me colapsaron, que me tuvieron que inyectar tranquilizantes porque caí redonda. Nada mas me recuperè, mi ser me pedìa el volver a andar a conciencia de nuevo.
    He llorado y me he retorcido en pozos de dolor y soledad, mas siempre es un renacer lo que se produce en ese viaje.
    Saludos!
    Gracias !!

  11. Hola Lorena: Como sano mi niña interior que sufre por abandono? Medito y pienso en la niña? Pronuncio mantras? Tomo medicamento homeopático y me he descargado escribiendo cartas pero mis dolores físicos continúan. Como sé si estoy sanando?

  12. Hola María,

    El trabajo con la niña interior es un trabajo muy profundo y eficaz. De los más eficaces que conozco. Para ello tienes que volver a reconectar con tu niña, escuchar su voz, entablar un diálogo, preguntarle qué necesita.

    Tu cuerpo habla cuando no escuchas tu voz interior, somatizando. Te recomiendo mucho el trabajo de John Bradshaw para sanar al niño interior “Volver a casa”. La obra ofrece un método innovador, eficaz y original para contactar, diagnosticar y sanar definitivamente nuestra infancia traumatizada a partir de 4 etapas: Comprender cómo el núcleo inocente y puro de la infancia se perdió y sus heridas continúan contaminando nuestra vida. Descubrir y remediar las carencias que experimentamos en cada etapa de nuestra niñez. Aprender a ser nosotros mismos el padre/madre que realmente hubiéramos necesitado tener cuando éramos niños. Acceder a la inmensa energía creadora y transformadora que posee el niño interior cuando ha recuperado su equilibrio y su salud.

    Puedes encontrarlo aquí: https://www.amazon.es/dp/8484455734

    Te invito a seguirme en mi nueva web http://www.mujeralquimia.com donde estaré compartiendo contenido para sanar nuestra herida ancestral y re-conectar con nuestro divino femenino.
    Un abrazo,
    Lorena

  13. En primer lugar darte las gracias por la información que nos proporcionas de manera totalmente altruista. Gracias de todo corazón. En segundo lugar decirte que yo me encuentro ahí, pero con aspirinas…porque soy incapaz de seguir adelante con mi vida…y no sé por dónde cogerla. Es como que mi cuerpo me ha dicho stop, y estoy aceptando tanto la enfermedad como el momento que estoy viviendo…pero no me quedan fuerzas, no tengo ganas de seguir…tú dices en tu artículo que nadie te va a sacar y es cierto; yo sé que soy yo la que tengo que salir del círculo vicioso en el que estoy, pero no veo luz, no tengo energía, no me apetece, y tampoco sé a dónde acudir…siento tristeza, al ver que la vida me vence, y por tanto he decidido rendirme…pero no basta, no es suficiente…y no sé que más tengo que hacer para que vuelvan mis ganas de vivir. Un abrazo

  14. Que estés bien, Vieja Alma, Mujer Medicina. Celebró la encrucijada en la que nos vemos y compartimos. Tus alforjas están llenas de alimento nutritivo. Brindo por nuestros caminos, por nuestra sanación a través de la entrega y la confianza en nuestro propio proceso.

  15. Increíblemente real y lógico
    GRACIAS por tan enriquecedora aportación, Sabiduría” la infinita experiencia de vida !!
    Es Presisamente en este momento que me encuentro en ello después de toda una vida llena de años de trabajo propio, talando , escalando , bueno hasta excabando para tratar de llegar a lo mas profundo para al fin encontrarme con el verdadero significado de lo que pueda verdaderamente ser mi libertad, contínuo trabajo de evolución cual siento al que ya estoy más cercas y estoy llegando.
    Abrazo de Luz
    Namaste Lorena

  16. Me encanta este sitio. Me siento nuy identificada con él. Me alegra y agradezco haberlo encontrado.

  17. Hola, acabo de leer esto y tengo una sensacion como de querer llorar, siendo sincera me asusta un poco lo que siento en mi cuerpo respecto a dolores donde intuyó que es carga energetica de la cual tengo que procesar y trabajar, de dolores que aveces ya ni cede con el medicamento, mi cuerpo lleva años gritando y es hora de abrirme a escucharlo y eso me asusta pero la vez me emociona.
    Tuve avisos con accidentes y dolores muy fuertes en mi columna y hoy en dia que ya medicamente y con estudios ya cedió, siguen algunos dolores como de pesadez o incluso como golpes, he decidido tomar rienda de esos avisos.
    Muchas gracias ♡ me encanto leerte y te sigo

  18. No sé si darte las gracias, pues creo que este escrito debe ser para ti un acto liberador y de agradecimiento a ti misma y al universo por ayudarte a llegar donde estas. Cuánto daríamos los que te estamos leyendo por encontrarnos donde tú. Pero no todos contamos con la genética, circunstancias y recursos que tienes. Creo que es muy difícil “sacar de donde no hay”. Creo que hay personas que permanecemos en el bucle que dices, no por falta de valentía o ganas de salir, sino porque no sabemos cómo. Me resuena todo lo que dices. Soy otra buscadora como tú, pero a mis casi 58 años, mucho tiempo en ellos de dolor y un cáncer recién pasado (el SOS de mi cuerpo), sigo aquí, de momento. Un abrazo fuerte y mucho ánimo para todos

Lo más leído

Comienza aquí tu viaje sagrado

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER PARA RECIBIR LOS ÚLTIMOS ARTÍCULOS DEL BLOG Y MÁS