La Sombra del femenino es Codependencia

Dice Gabor Maté, que cuando no nos sentimos queridos, nos hacemos sentir necesarios.

La Sombra del femenino es Codependencia.

No siente que merezca ser amada por Ser.

Tiene que ganárselo.

Busca a otro que esté roto y así puede experimentar amor tratando de arreglarlo.

Cree que su valor deriva de hacer a los demás sentirse mejor. De salvarlos.

Sus relaciones, como no puede ser de otra manera, atraen hombres rotos o proyectos de hombre.

La codependiente no da por amor al otro, sino como medio para recibirlo de vuelta, que satisfagan sus necesidades infantiles.

Y en algún momento te cobra la factura.

Cuando se haya cansado de convencerte de que te quiere y de por qué deberías quererla de vuelta.

“Con todo lo que he hecho por ti..te lo di todo, ahora dame tú lo que te estoy pidiendo…”…

Es carne de narcisistas, que solo se manejan en lo que otros pueden hacer por ellos, lo que pueden conseguir de ellos. Son un match perfecto.

La Sombra del femenino ve los límites como un rechazo: ¿Cómo puedes rechazarme si todo lo que estoy haciendo es quererte??

Pero no te están queriendo, te están controlando.

No saben amar de otro modo.

Si estás haciendo algo por otro que no te ha pedido o que no quiere que hagas, no lo estás haciendo por él, lo estás haciendo por ti.

En el desarrollo temprano a un codependiente se le enseña que sus intentos no son tan importantes como sus fracasos y que el éxito solo se logra satisfaciendo la idea de éxito de otro.

Creen que sus errores e imperfecciones pueden ocasionar malestar a otros. Crecieron creyendo que eran esponjas energéticas para absorber la mierda y la Sombra del sistema familiar, para mediar, para mantener la homeostasis, hipervigilantes e hiperactivas.

Controladoras.

Perfeccionistas.

El perfeccionismo es un sistema de creencias auto-destructivo y adictivo que alimenta la creencia: Si me muestro perfecta y lo hago todo perfecto, puedo evitar o minimizar los sentimientos dolorosos de vergüenza, juicio, crítica, rechazo y culpa.

El perfeccionismo es el control en sí mismo.

Trata de controlarte tan intensamente que hasta puedes controlar cómo otras personas te perciben, lo que es absurdo, porque no puedes cambiar cómo otras personas te perciben. Cómo otro te ve, tiene más que ver con él que contigo.

Fragmento de un proyecto de libro.

PD:Nada de lo que escribo pretende nunca patologizar, culpar o juzgar, sino iluminar e invitar a la exploración más profunda.

Lorena Cuendias

Déjame un comentario

Lo más leído

Comienza aquí tu viaje sagrado

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER PARA RECIBIR LOS ÚLTIMOS ARTÍCULOS DEL BLOG Y MÁS