Si la validación externa es tu única fuente de alimento, tendrás hambre por el resto de tu vida.

Imagina un mundo en el que estemos menos interesadas en lo que otros piensan de nosotras, y mucho más interesadas en cómo nos sentimos con nosotras mismas.

Llegará un momento en tu vida, en el que se te pida que hagas una elección:

Ponerte de tu lado, hasta el final, caiga quien caiga, reclamar tu vida como propia, o que tu energía se convierta en pasto, alimento y juguete de los demás.

Te encontrarás cara a cara con tu Alma y en ese momento en particular, se te preguntará:

-¿Estás dispuesta a hacer lo que sea necesario para llevarte de nuevo a ti?

¿Para volver a Casa?, ¿Para descubrir tu Verdad y mirarte de frente, con todo lo bello, fascinante, increíblemente deslumbrante, tu fuerza, tu PODER, y también toda tu oscuridad, tu basura, lo peor de ti?.

¿Estás dispuesta a ver eso también? ¿A visitar tu infierno? ¿A recorrerlo de punta a punta? ¿Hacerte cargo de tí?.

Si dices que sí, aún incluso cuando tu corazón tiemble, las ramas de los árboles se inclinarán para tocar tus pies, los vientos aullarán, las olas se estrellarán contra la costa, la luna brillará en tu rostro y mientras permaneces allí, en tu SÍ, sin saber ni cómo ni dónde o cuándo, el camino se abrirá ante tus ojos.

No necesitas conocer el camino.

El camino te conoce a ti.

Confía.

En tu SÍ, aparecerán las personas, los maestros, la ayuda, el soporte, la contención, para que comiences el Viaje de Regreso, celebrando cada paso y escuchando el susurro de los seres que te guían y te acompañan: ¡¡Ya regresa!!, ¡¡ya regresa!!!!….

Lorena

Foto:@carolina_camina
Modelo:Yo