Cuando me preguntan cómo es tener una experiencia fuera del cuerpo,
me hace gracia. El 98% de las personas que conozco están teniendo una
experiencia fuera del cuerpo de forma inconsciente y permanente. Viven
así. No están en sus cuerpos porque el cuerpo duele y es un registro
vivencial y emocional de todo su ser. Viven disociados.
Si no habitas tu cuerpo, no te estás habitando.
No estás aquí.
No estás en el presente ni en la Vida en todas sus dimensiones.
Síntomas habituales de disociación y no estar enraizado son:
Confusión
Falta de presencia: La gente ni te ve ni te siente
Dispersión
Procrastinación
Falta de propósito
Sentimiento de falta de raíz y pertenencia
Desempoderamiento y falta de autoestima
Falta de confianza, en uno mismo y en la vida
Falta de un anclaje seguro desde el que proyectar en tu mundo material
Inseguridad
Estado sostenido de miedo y miedos en general
Falta de motivación y pasión
Sistema nervioso simpático sensibilizado, sobrecargado en alerta /
lucha o huida / parálisis: Eje Hipotálamo – Hipófisis – Adrenal
permanentemente activado
Somatizaciones de todo tipo
Sobrecarga….
Hablar sobre tus traumas no los sana. Volver a sentirte segura en tu cuerpo es lo que te sana.
El trabajo es a través y no alrededor.
Mira si lo que estás haciendo a través de cursos, talleres, terapias New Cage, no te está sirviendo más para seguir disociándote y despistándote, creando más bypass y evitando que hagas el trabajo de verdad: Volver a tu cuerpo. Volver a ti.
Hay un motivo por el que estás en un cuerpo físico.
Reconecta con tu cuerpo. Hónralo: tu cuerpo es un Templo sagrado. Es tu vehículo en esta aventura física. Está dotado de una inteligencia superior. Es un diseño divino.
Consciencia corporal, presencia en tu cuerpo, enraizamiento, buscar algún tipo de terapia somática que aborde el trauma, y no lo ataje, como la bioenergética, pueden ayudarte de verdad a darte cuenta de cómo tu cuerpo se ha adaptado y acorazado y condiciona cómo reaccionas, cómo te proteges y te enmascaras. Cómo te limitas y te boicoteas.
Un trauma no es sólo sobrevivir a una catástrofe o haber experimentado abusos sexuales. Eso es sólo parte del espectro de trauma, pero éste es mucho más amplio.
Todos hemos
sido víctimas de eventos traumáticos más o menos severos que han creado
disociación y que nos anestesiemos de nuestros cuerpos: negligencia
emocional, falta de un apego seguro, abandono, abuso emocional o físico,
terror, maltrato, miedo….
Tu cuerpo es tu hogar aquí y ahora.
Si no te sientes segura en tu cuerpo no vas a sentirte segura en ningún otro lugar ni con ninguna persona.
Lorena Cuendias