Nuestras emociones cambian cuando no les pedimos que hagan nada

La negligencia y la desaprobación emocional son formas de abuso.

Cuando un padre desaprueba la emoción de su hijo o la invalida, o la ignora, o le quita importancia, comenzamos a aceptar su criterio y así es como aprendemos a dudar de nuestro propio juicio y de lo que sentimos.
Como resultado, perdemos la confianza en nosotros mismos.

Interiorizamos que está mal sentirnos como nos sentimos. Y si creemos que está mal sentir lo que sentimos, pero aún así no podemos evitar sentirlo, entonces, algo debe estar mal con nosotros. Así estableciste las condiciones para amarte a ti misma/o y ésta, esta es la forma más profunda de traición: El auto-rechazo. No son los sentimientos incómodos en sí mismos los que duelen, es nuestra resistencia a los sentimientos incómodos lo que nos causa dolor.

Crecemos pensando que tenemos alguna tara,  porque “no debería sentirme como me siento”.

Mira, te lo voy a decir de una vez para que te quede grabado: En realidad, deberías sentirte exactamente como te sientes. Tu cuerpo no miente. Tiene razones perfectas para sentirse como lo hace y la idea de que hay algo malo en ello es una falacia, otra creencia, el resultado de que tus emociones hayan sido  invalidadas una y otra vez. 

Puede ser que incluso fueras pura alegría y eso molestara a alguno de tus progenitores apático o depresivo y ahora te costara conectar con la alegría de vivir y con tu propia viveza y probablemente te sientas incómodo/a cuando lo hagas, o culpable, o boicotees momentos de felicidad, porque inconscientemente, sabes que sentirte alegre te traerá problemas.

Muchos trastornos de ansiedad son a menudo el resultado de una duda y desconfianza extrema en uno/a mismo/a.

Lo veo en las personas con las que trabajo y así lo viví en mis células. La época de mi vida en que más insegura, perdida y sin rumbo me sentí, la ansiedad acabó conmigo una noche en el hospital.

Ahora sé muy bien que cuando mi cuerpo me habla en lenguaje de ansiedad, sólo estoy sintiendo el miedo a no saber, o a no tener respuestas aún, que viene del pasado, activado por una situación del presente y me abrazo, me valido y utilizo todas las herramientas para sostenerme que hoy sí tengo.

La desconfianza en una/o misma/o, o tener miedo de una/o misma/o, es otro resultado de haber sido llevada/o a creer que no está bien sentirte como te sientes.

Mira, la mayoría de las veces, contenemos la emoción en una presa interna, porque creemos que no vamos a poder soportarla y que nos va a arrastrar. Pero las emociones te arrastran precisamente cuando las contienes, porque la presa estalla.

Cuando nos acompañamos con la emoción, sea lo que sea lo que estemos sintiendo y sí, habrá muchas veces que sea incómodo, doloroso, que parezca que nunca va a terminar; nos estamos dando presencia incondicional, que es lo mismo que amor incondicional que es lo mismo que nos faltó.

Y cuanto más te das esa presencia, más te llenas de aquello que te faltó, más completa/o e íntegra/o te sientes y menos atrapada/o en carencias y patrones disfuncionales y codependientes, que no son otra cosa que distintas compensaciones para conseguir que otros llenen tu vacío  ♥️

Lorena Cuendias

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