Según investigaciones realizadas por el IHM, (Institute of HeartMath), los verdaderos sentimientos de gratitud, aprecio y otras emociones positivas pueden sincronizar los ritmos del cerebro y el corazón, creando un cambio generalizado en nuestro cuerpo, hacia un estado de coherencia (científicamente medible).
En este estado óptimo, los sistemas del cuerpo funcionan de manera más eficiente, se genera un mayor equilibrio de las emociones y un aumento de la claridad mental y la función cerebral.
El nivel de coherencia experimentado durante sentimientos de agradecimiento puede ser medido por instrumentos sensibles. La coherencia también se puede medir usando la variabilidad del ritmo cardíaco (HRV)- (cambios en el ritmo cardíaco, que se pueden ver en un electrocardiograma (ECG)).
Mientras se está experimentando el estado de “coherencia”, el ritmo cardíaco tiene un patrón de onda suave.
La coherencia contrasta con la incoherencia creada por emociones negativas como la frustración y la ira, que a menudo puede afectar la sincronización de los sistemas del cuerpo y crear patrones irregulares o caóticos.
En el gráfico se puede observar el contraste entre la “coherencia” y la “incoherencia”:
Investigaciones avanzadas del IHM y de otras instituciones han probado que la gratitud no es sólo un buen sentimiento o sensación. Sentimientos sostenidos de gratitud tienen beneficios reales, entre ellos los siguientes:
Cambios Bioquímicos – cambios favorables en la bioquímica del cuerpo incluyendo la mejora el equilibrio hormonal y un aumento en la producción de DHEA, la “hormona anti- envejecimiento . ”
Aumento de la positividad – Practicar la “gratitud” a diario, produce cambios favorables en nuestro cuerpo, mayor nivel de sentimientos positivos , (Investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Miami y la Universidad de California, en 157 individuos durante más de 13 días).
Estimulación del sistema inmune – La Inmunoglobulina A (IgA) , primera línea de defensa contra patógenos , aumenta considerablemente.
“Interés compuesto ” emocional – Sentimientos sostenidos en el tiempo, de apreciación y gratitud, producen un “efecto acumulativo” , de modo que se hace mucho más fácil recrearlos en la práctica contínua.Se crea hábito…y mayor coherencia. Esto se debe a que experimentar una emoción de forma continuada, refuerza las vías neurales de esa emoción en particular , estimulando el sistema de cerebral, nervioso y el corazón.
La gratitud y el aprecio pueden evocarse…sin necesidad de que ocurra un acontecimiento concreto en nuestra vida…y llega a comvertirse en un hábito, en una filosofía de vida.
Hay un libro muy,muy interesante, escrito por el fundador del IHM, el Dr. Childre y el Director de Investigación, Dr. Rollin McCraty:
The Appreciative Heart: the Psychophysiology of Positive Emotions and Optimal Functioning.
Ya sabéis…ser consciente de todas esas cositas que nos rodean, que no apreciamos…y agradecer!!
Seguimos buscando… gracias!
Lorena S.
