El dolor menstrual, endometriosis, SPM, quistes, miomas y otras anomalías de nuestro útero, podrían tener que ver con trauma congelado en nuestro vientre

Que menstruar no debería doler, es algo que estamos cansadas de escuchar y leer, pero entonces, ¿Por qué lo hace? ¿Por qué duele el cuerpo cuando no tendría que hacerlo?, ¿Por qué no puedo hacer nada para evitarlo?: La clave es el nervio vago y su papel en la respuesta traumática.

El nervio vago es el gobernador de nuestro sistema nervioso parasimpático: Regulación emocional, calma, bienestar, conexión y sensación de seguridad. Inerva e influye todos los órganos corporales y también es influenciado por ellos.

A través de él, el cerebro monitorea el cuerpo para saber si está todo bien, y si es así, saber que podemos relajarnos, segregando neurotransmisores, sustancias anti-inflamatorias y hormonas como la oxitocina, serotonina y dopamina.

Todas las veces que nos hemos sentido amenazadas, ya sean amenazas físicas o emocionales, nuestro cuerpo generó una gran cantidad de energía para defendernos de ellas. Si bloqueamos esa energía, por muy diversos motivos que no entraré a examinar aquí, los químicos que nuestro cuerpo segregó en esos momentos: cortisol, adrenalina, citoquinas pro-inflamatorias etc, siguen circulando por nuestro cuerpo, confundiendo a nuestro cerebro que no sabe que la amenaza ya ha pasado, manteniéndonos en este permanente estado de alerta.

Nuestra energía de supervivencia permanece fluyendo por nuestro cuerpo sin saber a dónde ir.

La incapacidad para cerrar este ciclo, descargar esa energía y activar de nuevo el nervio vago, es lo que da lugar al trauma y las somatizaciones físicas.

Esta activación puede permanecer durante años, hasta que el cuerpo es capaz de completar la respuesta que necesitó dar en aquel momento.

No es tan importante lo que sucedió, sino darle al cuerpo la oportunidad de completar su respuesta.

Por eso la base de mi trabajo es el trabajo corporal: la reversión del trauma es primeramente un proceso biológico y corporal, no psicológico, por tanto, todas las herramientas/procesos que no ayuden a la persona a conectar con su cuerpo tienen un éxito muy limitado, sino ninguno. No fue hasta que yo misma empecé a trabajar con mi cuerpo, que empecé a sanar.

Cuando el trauma está fijado en nuestro vientre, es nuestra propia energía vital, kundalini, la que queda bloqueada, creando todo tipo de síntomas y limitando también nuestra capacidad para sentir placer. Nuestro organismo tratará de encontrar soluciones para liberar esa energía de algún modo.

En la mayoría de las ocasiones, la enfermedad es un intento de restablecer ese equilibrio. Hay estudios [1,2,3,4] que demuestran que las mujeres con manifestaciones físicas en sus úteros ( endometriosis, miomas, quistes etc) presentan una falta de tono vagal: Su nervio vago es hipoactivo, porque hay una mayor activación del sistema nervioso simpático (el de lucha/ huida): el modo supervivencia.

Hay meses más dolorosos que otros, cómo de estresada e hiperactivada hayas estado tiene todo que ver con ello, y con los niveles de hormonas que ese estado haya condicionado.

Estimular el nervio vago, nos ayuda a volver al equilibrio y la seguridad.

Una de mis prácticas favoritas para activar las ramas del nervio vago que inervan el útero/ovarios y cérvix es el baño de vapor vaginal. Se trata de una práctica de medicina ancestral que además nos limpia energéticamente.

El trauma no puede procesarse a nivel mental.

Esta práctica milenaria activa el nervio vago, restableciendo su tono, transmitiendo al cerebro que todo está bien y estamos seguras y así poder acceder a nuestras emociones y memorias almacenadas en este lugar de poder.

Te dejo este enlace que te lleva a un artículo que escribí hace tiempo, donde te explico cómo puedes practicar este ritual y ser tu propia sanadora.

Puedes acompañar este ritual con mi meditación “Restaura la soberanía de tu vientre” , un proceso metafísico en el que te guío para que puedas explorar este espacio en ti, que tiene su propia energía y conciencia única y que puedas comenzar a sanarlo y a restablecer su soberanía, que es tu soberanía.

El cuerpo, cuando volvemos a él y se lo permitimos, sabe cómo sanarnos, y esa, es tu soberanía.

Que estés bien.

Lorena Cuendias

Referencias:

1.Reduced vagal tone in women with endometriosis and auricular vagus nerve stimulation as a potential therapeutic approach.

2.Trauma and endometriosis. A review.

3.Childhood Abuse and Fibroids.

4.Posttraumatic stress disorder and trauma characteristics are correlates of premenstrual dysphoric disorder

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