¿Por qué estoy enfadada?  Porque me siento herida.
¿Por qué me siento herida? Porque tenía una expectativa que no se ha cumplido. ¿Por qué tuve esa expectativa? Porque tenía una necesidad que no se estaba satisfaciendo. Quería algo que no estaba obteniendo.
¿Qué es lo que necesitaba?
Identificar esto es la clave para dejar de ser víctima de la situación y hacerte cargo de tu necesidad, devolviéndote tu propio poder personal, comprendiendo los motivos que te llevaron hasta ahí y poner LÍMITES.
De esta manera puedes observar tu dinámica interna y decidir en vez de dejarte arrastrar por la carga del patrón. Ir a las profundidades de tu Alma y recoger el regalo de la integración.
Los límites habitualmente tienen que ver con un conflicto de necesidad: Hay algo que tú necesitas que no está siendo respetado o satisfecho. ¿Qué es?
Los límites son líneas sagradas de protección que delimitan tu espacio emocional, energético y físico.
Aquí os dejo una lista de disparadores que pueden indicarte cuándo tu territorio Sagrado está siendo saqueado, para que podáis identificar vuestros espacios emocionales no negociables, ponerles nombre y honraros con TODO.
¿Cuál es el tuyo?

1.Me sentí excluida
2.Me sentí impotente
3.No me sentí escuchada
4.Me sentí culpada
5.Me sentí juzgada
6.Me sentí regañada
7.Sentí que se me faltaba el respeto
8.Sentí falta de afecto
9.Sentí que no podía decir lo que pensaba
10.Me sentí abandonada
11.Me sentí ridiculizada
12.Me sentí ignorada
13.Sentí que no podía ser honesta
14.Me sentí como la mala
15.Me sentí olvidada
16.Me sentí insegura
17.No me sentí querida
18.Sentí que no era justo
19.Me sentí frustrada
20.Me sentí desconectada
21.Me sentí atrapada
22.Sentí falta de pasión
23.No me sentí cuidada
24.Me sentí manipulada
25.Me sentí controlada
26.No me sentí tenida en cuenta

Lorena

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