No te falta nada

Pudieron decirte que necesitas un hombre para completarte.

Tu otra mitad.

Qué vieja es esta historia.

Está tan grabada en nuestro inconsciente que vamos por el mundo sintiéndonos incompletas, con esa sensación de anhelo permanente.

Pero tu poder no viene de ninguna otra parte, de nadie más, sino de ti y la forma más común de renunciar a él es pensar que no lo tienes.

En la medida en la que no seas capaz de sostenerte a ti misma, seguirás buscando fuera a alguien que lo haga.

Anestesia para tu dolor.

Estableciendo relaciones demandantes, simbióticas, dependientes que necesitas controlar obsesivamente por el miedo a perder ese sostén, la contención.

Pero otro no está aquí para lamer tus heridas.

Nadie tiene que salvarte.

Tus demonios no son responsabilidad de nadie más que de ti.

No es tarea del otro derribar tus muros, darte un sentido de valor o hacerte sentir completa.

Ese significado solo puede provenir desde dentro. Y justo eso que buscas fuera, está dentro.

A eso has venido. A emanar tu esencia y la magia de tu Ser y tu poder.

Es necesario aprender a nutrirse una y darse lo que necesita para poder crear relaciones desde la abundancia y no desde el pozo vacío de la carencia que termina secando todo lo que se planta a su alrededor.

Es dentro de ti donde está tu Hogar. Ahí está tu poder y ahí ha estado todo el tiempo.

Deja de buscar.

El amor consciente no proviene de la búsqueda.

Uno busca algo que le falta, da igual la excusa que te pongas.

Deja de preguntarte por qué sigues “sola”, por qué te dejó, por qué no te ve.

Su ausencia no dice nada acerca de quién eres o quién puedes llegar a Ser, esta es solo otra manera de ceder tu poder.

Cuando te sientas completa, el compañero adecuado aparecerá para hacer el trabajo contigo.

Pero mientras, posee tu fuego. No esperes que nadie venga a encenderlo. Disfruta de tu viaje interior.

Nunca te conformes para evitar la soledad.

No te olvides de ti, porque la peor forma de abandono es perderte a ti misma.

Puedes caminar sola y eres igual de poderosa. No importa lo que te dijeron. Eran palabras desde el miedo.

Juega, descúbrete, obsérvate, disfrútate, gózate.

Tu feminidad reclama expresarse.

Mostrarse salvaje, suave, furiosa, tierna. Excéntrica, loca, mística, bruja, Diosa!

Fíjate cuánta maravilla hay dentro de ti, cuánto espera ser mostrado y expresado.

Disfruta de tu Viaje Sagrado, tanto, que cuando te miren y vean el brillo de tus ojos quieran acompañarte en tu gozo.

Porque no te falta NADA.

Lorena Cuendias

Déjame un comentario

Lo más leído

Comienza aquí tu viaje sagrado

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER PARA RECIBIR LOS ÚLTIMOS ARTÍCULOS DEL BLOG Y MÁS