No, no estás retrocediendo en tu proceso

Esta semana, en el grupo de Alquimia Femenina, estamos observando y compartiendo las veces al día que nos traicionamos.

No con la finalidad de sentirnos culpables y fustigarnos por ello, sino de traerlo a la luz, hacerlo consciente.

Muchas de las participantes caen en un patrón de culpabilidad, enmascarado con el reconocimiento de su propia auto-traición.

Sienten que “están volviendo atrás”, que no están avanzando en su proceso.

Si observamos que hoy volví a comer chocolate, y ayer me prometí que no lo haría, no estoy peor que ayer: Estoy trayendo al consciente un patrón inconsciente.

Por lo tanto, en la espiral a través de la cual evoluciona nuestra psique, estamos más arriba, o más profundo. Una vuelta más de espiral, y volveremos a comer el chocolate, pero esta vez lo veremos desde un nuevo ángulo en la espiral, de nuevo más arriba o más profundo, pero no “volvemos atrás”. ¿Se entiende?

Estamos imbuidas en una gran conciencia, formamos parte de ella…la Conciencia consciente de ser consciencia, experimentándose a sí misma a través de cada una de sus formas….y sigue un patrón sagrado en espiral. Son las matemáticas del Universo.

Estamos habituadas al pensamiento masculino lineal: o avanzamos hacia adelante, o retrocedemos hacia atrás.

La psique no se rige por el patrón de pensamiento lineal, sino femenino, en espiral

Por eso, cuando estamos haciendo trabajo de conciencia, que es trabajo de la sombra y revisitamos un patrón una y otra vez, caemos en la trampa de decirnos: He vuelto a caer, no estoy evolucionando, vuelvo a lo mismo, no lo supero…bla, bla, bla …mente de mono.

No. Nunca estamos en el mismo lugar.

Hoy estamos muchísimo más lejos que ayer si estás haciendo “el trabajo”. Si? Otra cosa muy distinta es la expectativa, la impaciencia y la distorsión de la mente lineal, que quiere superarlo YA, integrarlo YA y liberarse YA. 

No. No va así.

Jamás se puede forzar una resolución de nuestro subconsciente. 

Podremos querer superar una adicción, una herida profunda o cualquier otro patrón, pero mientras nuestro ego no sea lo suficientemente fuerte como para sostener la energía psíquica de tracción de la polaridad y que supone su cambio, esto no se va a dar. 

La mayoría de las adicciones alimentarias son una compensación a través de esos alimentos, del vacío que existe en nosotras. Mientras no averigüemos qué es lo que estoy tratando de llenar en mí a través de ello, seguiré tomando el chocolate no haciéndome responsable de mi herida. El alimento es materia en alquimia; mater:Madre. 

¿De qué maneras estoy buscando la conexión con mi madre, con mi madre interna, con la Vida, con mi energía femenina, con mi Alma a través de ese alimento?

Esto es solo una pista, pero si algo hace click dentro de vosotras, podéis seguirtirando del hilo de Ariadna por ahí.

Es una pista muy simplificada porque hay muchas cosas a tener en cuenta, muchos complejos arquetípicos actuando a la vez en la psique de esa persona, es una madeja de lanas de muchos colores que hay que ir deshaciendo y organizando.

Tu subconsciente te mostrará una y otra vez aspectos de esta adicción o de este patrón, desde todos sus ángulos posibles, para que, mientras en paralelo tu ego madura para poder enfrentar y sostener esto, tú tengas un paisaje completo de lo que está pasando en tu interior.

Siempre os digo que es un proceso orgánico.

La psique nos protege, sí, nos protege.

Nunca nos va a permitir entrar en algo que no podamos soportar ni sostener. 

Es como ir al gimnasio. Si tenemos los brazos débiles  nunca vamos a levantar una barra de 100 kilos. Sencillamente es imposible. 

Estamos sujetos a leyes que actúan permanentemente sobre nuestros sistemas psíquicos y energéticos y sobre las que no tenemos ningún tipo de poder. 

Ja….qué bueno esto para las mentes controladoras ¿verdad? 

Por eso es absolutamentes imprescindible sanar e integrar nuestra energía femenina. Porque ella es el estado de apertura, receptividad y espera en vacío que crea el terreno fértil en el que nuestras heridas se sanan, la desconexión tan grande que sentimos con un aspecto de nosotras y que tratamos de compensar fuera.

Es su energía liberada que luego nuestra polaridad masculina, tomará y pondrá en acción en tu vida y en tu mundo.

Así que la próxima vez que queramos comernos el chocolate, lo vamos a hacer con muchísima consciencia, con toda nuestra presencia, preguntándole a nuestro cuerpo, qué está necesitando que no está obteniendo, y lo está proyectando en esa onza de chocolate, y vamos a observar cualquier imagen que aparezca, cualquier sensación, y cualquier lo que sea, como un cazador agazapado en la tierra observando con ojos de vaca cualquier movimiento, hasta del aire que respira.

Eventualmente, planteada la pregunta, las respuestas podrán venir también en sueños, o nuestro subconsciente nos traerá las situaciones o las personas que nos ayudarán a responderla.

Hemos venido a esto. Es un camino de Vida. Hasta el último día. Hasta el último aliento. 

Hay aspectos que tardan años en resolverse. Décadas. Otros, pueden tener resolución en segundos.

A veces el cuerpo enferma y la persona termina muriendo, pero en el proceso, aunque no se curó, se sanó y perdió su vida para ganarla. Esta es la Gran Paradoja.

La Vida te llevará hasta donde necesites para integrar todos los aspectos rechazados de ti misma y que vuelvas a la unidad de tu Ser completo.

Os recomiendo disfrutar cada paso del camino, por doloroso que sea, con el espíritu de descubrimiento y de maravillarse de un niño. 

Es verdaderamente fascinante este Viaje.

Que estéis bien,

Lorena

Déjame un comentario

Lo más leído

Comienza aquí tu viaje sagrado

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER PARA RECIBIR LOS ÚLTIMOS ARTÍCULOS DEL BLOG Y MÁS