Está bien no saber.
Admitir que no sabes es estar alineado con tu verdadera naturaleza, con este misterio que abarca absolutamente todo y que llamamos vida.
Contempla la asombrosa maravilla de este momento.
Observa cómo la mente trata de aterrizar en algún sitio o llegar a una conclusión. La mente sólo está haciendo lo mejor que puede, sin embargo, nunca podrá entender con claridad porque lo que eres como vida es infinito e indefinible. Hay muchísima alegría en el no saber.
Cuando las preguntas y las conclusiones se disuelven, la claridad se redescubre.
– Nic Higham
Un comentario
Mirar con ojos de niño la realidad que nos rodea. Que bueno “no saber” y dejar que la vida nos sorprenda!!