EL VUELO DEL CHAMÁN. Sobre viajes Astrales y desdoblamientos de la conciencia

Chamanes energizate.netPocos fenómenos tan apasionantes, codiciados y sugerentes hay, dentro de lo considerado extraordinario, paranormal o sobrenatural como la proyección astral.

La posibilidad de liberar y proyectar nuestra conciencia más allá de nuestro cuerpo físico, y poder interactuar en puntos distantes con total libertad y autonomía, y casi sin limitaciones, con plena lucidez y recuerdo, resulta no sólo interesante desde el punto de vista intelectual, sino además bastante apetecible para cualquiera con un mínimo de curiosidad.

Si buscas viaje astral en Google, te sale un resultado de 447.000 entradas. 92.000 para “proyección Astral” y los resultados se disparan si buscas los términos en inglés.

El viaje astral es un fenómeno real, testimoniado desde hace miles de años por infinidad de personas y descrito en tradiciones culturales de medio mundo y ensayos científicos en el ámbito de disciplinas como la antropología, la psicología, la física o la neurofisiología.
A cerca de su naturaleza, hay bastante discusión. Yo no termino de entender por qué unas veces me resulta más fácil que otras o por qué algunas veces lo he conseguido voluntariamente y la mayoría es a través de un sueño lúcido, de forma involuntaria, aunque no deja de ser una forma igual de válida. El tema es salir.
En cualquier caso, el fenómeno existe y no es sólo una habilidad, también se puede conseguir aprendiendo algunas técnicas (bueno, y con el consumo de determinados enteógenos, cada cual es libre, aunque la lucidez del estado es indiscutible en caso de hacerlo de la forma natural y no achacable a efectos psicotrópicos).

En Madrid existe un centro especializado en impartir cursos de proyección astral, y son gente muy seria y profesional. Las técnicas son muy buenas y funcionan. Yo hice varios cursos con ellos muy reveladores, es IAC Madrid.

Se denomina viaje astral, proyección astral, desdoblamiento astral, experiencia extracorpórea, viaje fuera del cuerpo, desprendimiento corporal, exteriorización de la conciencia, viaje del alma o su equivalente en inglés: OBE ( out-of-body experience) , acuñado por el psicólogo transpersonal Charles Tart.

viajes astrales energizate.netEl fenómeno consiste en la percepción inequívoca, lúcida y real, de que una parte de quienes somos se separa temporalmente de nuestro cuerpo físico haciéndolo (frecuentemente) bajo la forma de un doble idéntico al cuerpo físico, pero bastante más etéreo que este ( energético).
Hay señales que indican el comienzo de la aventura, la inminencia del desdoblamiento, puede ser un chasquido, un sonido de aceleración, un zumbido interno, alteraciones luminosas, vibración muy grande, sonidos intracraneales muy fuertes o la sensación de que te están despegando un velcro tamaño gigante ( esta última es la mía) etc.

Una vez fuera, se replican los sentidos, se puede ver ( en 360 º) y percibir información de forma instantánea. Cuidado con esta parte, porque no se “ve” como con los ojos físicos, lo que se ve es tan impresionante, múltiples fotones, como si todo brillara en colores fosforitos. Es tan impactante, que la emoción te devuelve al cuerpo.
Lleva un tiempo acostumbrarse al otro lado, los viajeros consumados saben que hay varias fases, superar el terror inicial de verte desde fuera, las emociones de lo que se ve y se escucha, no respirar ( porque no es tu cuerpo físico el que te está transportando..). Al hacerlo…”Zas”, vuelves automáticamente…bueno, y otro sin fin de ellas, para cada uno absolutamente peculiares y particulares.
No hay limitación espacial para la separación, y desear regresar es regresar, así de simple. Como querer levantar un dedo, es levantarlo.

Elchamanismo www.energizate.net chamán viajó antes

En los últimos veinte años, la literatura dedicada al mundo del chamanismo se ha multiplicado.
En líneas generales los elementos fiables de todas las obras que se pueden encontrar en el mercado son resultado de los trabajos pioneros de diversos antropólogos y aventureros que estudiaron el fenómeno en los siglos XIX y XX, indiscutible referente, por su condición compiladora, el experto en religiones Mircea Eliade, y mi admirado Castaneda , que cuenta en muchos de sus libros, cómo se sentía y veía fuera de su cuerpo físico.
Lo llaman el «vuelo mágico» en el universo chamánico.

Es un fenómeno al que alude el citado Eliade al señalar al chamán como alguien a quien

«se estima irreemplazable en cualquier ceremonia que ataña a las experiencias del alma humana como tal, como precaria unidad psíquica, propensa a abandonar el cuerpo y fácil presa de los demonios y de los hechiceros. Por eso, tanto en toda Asia como en América del Norte, y también en otras partes,el chamán asume las funciones del médico y del guerrero: pronuncia el diagnóstico; busca el alma fugitiva del enfermo, la captura y la devuelve al cuerpo que acaba de abandonar. Es siempre el que lleva el alma del muerto a los infiernos, porque es, por excelencia, psicopompo. Es curandero y psicopompo porque conoce las técnicas del éxtasis; esto es, porque su alma puede abandonar impunemente su cuerpo y vagar muy lejos; puede entrar en los infiernos y subir al cielo. Conoce, por su propia experiencia extática, los itinerarios de las regiones extraterrestres. Consigue descender a los infiernos y subir a los cielos porque ya ha estado allí».

(El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Mircea Eliade. Libro que recomiendo, es un apasionante estudio transcultural de la historia y creencias chamánicas )

El chamán, hombre medicina, brujo, consejero espiritual, médium, etc. es el nexo, el conector entre el mundo de los vivos y el de los difuntos, el de los antepasados, los dioses, los demonios y otros espíritus guías. Tiene el poder y la habilidad, además de la responsabilidad, de comunicar el mundo visible con el invisible, de buscar respuestas y soluciones a muchos problemas que aquejan a su comunidad por desajustes que desde su visión del mundo y la creación tienen lugar en el más allá.

Gran parte de la preparación del chamán, de la adquisición de conocimientos, se producía precisamente en esa esfera espiritual que alcanzaba en sus vuelos, donde era instruido por dioses, espíritus o el alma de otros chamanes.

Curiosamente, muchos proyeccionistas contemporáneos también hablan del acceso a planos o dimensiones sutiles donde son instruidos por maestros y guías. Se accede a información. En eso las cosas no han cambiado demasiado a pesar de los milenios transcurridos, salvo porque hoy en día los viajeros astrales, aunque no hagamos uso de sustancias psicotrópicas, sí podemos utilizar técnicas para desencadenar los desdoblamientos.

El 28 de noviembre de 1989, el periodista el periodista Juan José Benítez, junto con el psiquiatra español Fernando Jiménez del Oso, viajaron a Brasil para grabar parte de la serie de TV «En busca del misterio».
Pretendían acceder a estados alterados de conciencia tras el consumo de Ayahuasca, guiados por Paolo Silva, chamán de una comunidad indígena.
El psiquiatra Jiménez Del Oso abandonó la experiencia ante la dureza de los efectos físicos, pero JJ Benítez llegó hasta el final. Durante el experimento tenía que trasladarse hasta un determinado lugar concreto ( proyectado), a casi 10.000 Km de Brasil, intentar “ver” si en el suelo de una de las habitaciones había sido depositado un objeto que, obviamente, él no debería conocer hasta acabada la experiencia.

Y así fue, no sólo descubrió el objeto, además recorrió muchos otros lugares más.

Existen diversos escenarios, lugares, planos… Robert Monroe, autor pionero, guía de miles de viajeros, y fundador del Instituto Monroe lo cuenta muy bien en Viajes fuera del cuerpo.

La experiencia del viaje astral está íntimamente relacionada con ideas relativas a la supervivencia tras la muerte y también con el concepto de Aura, o cuerpo bio-energético, el campo energético que impregna y rodea al ser humano.

La universalidad de esta percepción o intuición acompaña al ser humano desde tiempo inmemorial y no admite discusión, por mucho que en los últimos siglos una mínima aunque dominante parte del mundo se haya vuelto obcecadamente racional y materialista.

En esencia, ese biocampo es un doble energético, de una densidad mucho menor que el cuerpo físico, una especie de cuerpo de luz de coloración y densidad variable. El aura, que rodea al ser humano y es visible de manera innata para algunas personas, y para el conjunto de los mortales con cierto entrenamiento, y vendría a ser realmente, según la opinión de los psíquicos y ocultistas, el cuerpo astral cuando está unido al físico.

El concepto del aura está tan universalmente arraigado y cuenta con tantos testimonios que resulta complicado negar su existencia. El fenómeno fue descubierto accidentalmente en 1939 por el matrimonio Semyon Davidovich Kirlian y Valentina Kirlian, mientras trabajaban con campos electromagnéticos en el Hospital Alma-Ata de la antigua Unión Soviética, y fue posteriormente muy investigado en los años sesenta y setenta.

Consiste básicamente en la detección fotográfica de un halo luminoso alrededor de dedos, manos, pies, plantas y objetos inanimados diversos.

Los Kirlian investigaron el fenómeno durante más de cuarenta años, pero no fueron los únicos.

Victor Inyushin, de la Universidad de Kirov en Alma-Ata, Kazajistán, trabajó en profundidad sobre este asunto con su colega el biofísico Víctor Adamenko, corroborando efectos como el de la hoja fantasma o la interesante correlación con los meridianos y puntos de acupuntura.

El efecto también sería investigado en los países occidentales, con especial notoriedad por la parapsicóloga Thelma Moss en Estados Unidos, que comprobó, al igual que otros colegas, que la bioluminiscencia era especialmente intensa en las manos de los sanadores y en aquellos objetos, hojas, semillas, etc., que habían sido manipulados por éstos con la intención de «magnetizarlos» o cargarlos de energía.

Muy importantes fueron también las investigaciones iniciadas en los años treinta del siglo pasado por el profesor de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, Harold Saxton Burr en el terreno de la bioelectricidad y los campos electromagnéticos que genera el ser humano y todo ser vivo.
Burr experimentó de forma rigurosa en este terreno, bautizando a este envoltorio como “Campos de vida” , y proponiendo la existencia de subcampos en órganos o sistemas del cuerpo que estaban en equilibrio con el campo general.

Estaba convencido, y algunos de sus estudios van en apoyo de ello, de que se podía diagnosticar el estado de salud física y emocional o la evolución orgánica en procesos de convalecencia y curación observando las variaciones en el potencial eléctrico de dichos campos.

Esto último se está haciendo ya en muchos hospitales europeos con la maquinita Quantum Schio (Resonancia cuántica). Mi naturópata tiene una, y hace unos meses me diagnosticó una infección que fue posteriormente confirmada con una prueba médica…. la pera, sí. La maquinita ya lo sabía, y también sabía que me faltaban una serie de elementos y me sobraban otros.

Posteriormente, algunos colegas de Buur como el doctor Louis Langman, de la Universidad de Nueva York, verificaron las variaciones de voltaje en mujeres afectadas de cáncer de útero, algo que también comprobó en pacientes psiquiátricos el médico Leonard J. Ravitz, en Yale.

Para el descubridor de los “Campos de vida” el campo electro-dinámico es como una matriz o molde que hace posible la formación de los organismos y su mantenimiento dentro de un patrón u orden a lo largo de la vida.

El biólogo ruso y profesor de histología Alexander Gavrilovich Gurwitsch habló de ello en la década de los veinte al describir la existencia de un campo electromagnético —lo llamó energía mitogénica— en los seres vivos que determina su forma y crecimiento, siendo con ello precursor de la idea de los «campos morfogenéticos» y «campos mórficos» popularizados por Rupert Sheldrake.

campos morficos energizate.netSegún Sheldrake, estamos ante campos de forma; campos, patrones o estructuras de orden. Estos campos organizan no sólo los campos de organismos vivos sino también de cristales y moléculas.

Hay cientos de estudios de eminencias científicas al respecto. A todo ello se han sumado interesantes estudios sobre los biofotones, partículas de luz generadas por nuestro cuerpo a nivel celular.

La luz es energía y está demostrado que somos capaces de generar luz, de manera que a estas alturas no debería extrañarnos tanto la idea de que algo así como un campo energético o aura forme parte de lo que somos.

Las enfermedades y trastornos, antes de manifestarse en lo físico, lo hacen primero en esa dimensión energética, de manera que sería posible diagnosticar de forma preventiva a través de la lectura del aura, e incluso sanar en lo físico mediante la sanación en el plano energético.

A grandes rasgos, en la conexión e influencia descendente desde los planos más sutiles hasta los más densos se encuentra la base de la llamada medicina energética y vibracional, en la que se trabaja manipulando la energía sutil e invisible del ser humano para lograr equilibrarla, desbloquearla o limpiarla, y que eso se traduzca a nivel físico en la desaparición de la enfermedad.

Con independencia del crédito que cada lector le quiera dar, es esta parte sutil la que actúa como vehículo de la conciencia en los viajes astrales.

El viaje astral es relativamente fácil, es el miedo lo que impide a mucha gente hacerlo ( bueno, y la falta de voluntad y de perseverancia en el caso de necesitar alguna técnica concreta, cuyos resultados a veces tardan meses en manifestarse).

No hay peligro, el único peligro es el miedo mismo al peligro, miedo de lo que ya conocemos y, peor aún; miedo a lo desconocido. La buena noticia es que frente a este obstáculo existe una primera y positiva consecuencia: quienes experimentan el viaje astral reducen considerablemente su miedo a la muerte, lo que redunda en una vida más plena.

Chamanes, místicos y ocultistas han transitado ampliamente por esa geografía invisible.
Dean Shields aclamado antropólogo vinculado a la Universidad de Wisconsin, encontró el fenómeno del viaje astral en un 95% de las casi setenta culturas no occidentales que investigó hasta 1978.
En casi el 80%, el viaje astral se producía durante el sueño ( no soy tan raruna).

Hay vigente un historial de cientos de miles de experiencias extracorpóreas relatadas en primera persona por prestigiosos investigadores, antropólogos, psiquiatras, artistas, escritores, neurólogos… El doctor A.S. Wiltse, relató su desdoblamiento en la revista médica Saint Louis Medical and Surgical Journal, sucecida en el transcurso de unas graves fiebres tifoideas que padeció.

Oliver Fox, pseudónimo de George Hugh Callaway, es considerado el primer autor que con cierto grado de rigor estudió el fenómeno de la proyección astral a través de sus propios desdoblamientos. Él los llamaba “Sueños de conocimiento” .

Su libro El viaje astral, es un diario de experiencias personales de lo más recomendable.

El Dr. Waldo Vieira tiene varios libros como este, diarios proyectivos, donde se pude acceder a un montón de conocimientos a través de sus interesantísimas experiencias al otro lado.

Además es el fundador de la IAC, como comentaba al principio de la entrada. La IAC (International Academy of Consciousness)  es una organización dedicada a la investigación experimental, con la finalidad de profundizar el conocimiento sobre las bioenergías, la lucidez psíquica, la salida fuera del cuerpo, y la interacción con seres no físicos, esclareciendo y desmitificando los fenómenos psíquicos y la naturaleza multidimensional de la vida por medio de un acercamiento científico. Su lema es “No creas en nada. Ten tu propia experiencia”.

He de decir que hace unos años ya, estuve asistiendo a muchos de sus cursos formativos, y pude comprender muchas de las incógnitas que me perseguían desde muy pequeña.

Saludos desde aquí a la Directora de IAC en Madrid, Obdulia Chico. Gran profesora y mejor persona.

Sobre lo que pasa “ahí fuera”…. “No creas en nada. Ten tu propia experiencia” 😉

Namaste,

317_eagle_woman_on_mountainsLorena S.

Fuentes:

El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Mircea Eliade

Tú para siempre. Lobsang Rampa

Instituto Monroe

Guía para explorar nuestra otra dimensión. José Gregorio González

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3 comentarios

  1. Wow! Yo también estuve en la IAC, hice los CDC, y después algunos mas,… uno con Nanci Trivellato para mejorar la técnica del estado vibracional, y otro para tratar el miedo a salir del cuerpo que en un momento dado, note era lo que mas me frenaba. ¿Que tal, sigues con ello?

    Un abrazo!

  2. A ver si nos vamos a conocer!? Yo también estuve con Nanci Trivellato, en un intensivo.
    Hice varias formaciones con ellos,me ayudaron a comprender mucho del Astral.
    Seguro que coincidimos!!
    Te escribo en privado, a ver si lo averiguamos.
    Un abrazo!

    Lorena S.

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